Hace algunos días en Pinamar sufrió un accidente cerebro vascular (A.C.V.) del que no se pudo recuperar. El tiempo transcurrido empeoró las cosas y Osvaldo no pudo más.
Luego de tanto luchar, haciéndose bien de abajo, fue conocido por aquel famoso "El Ascenso por tres" que se emitía por Radio Colonia los sábados al mediodía. La importancia de este programa pionero (no existían las emisoras alternativas) era que todo el fútbol del ascenso que se jugaba íntegramente los sábados pasaba por allí y era una cita obligada para todos aquellos que queríamos saber de nuestros equipos de la B, C o D. Junto a Osvaldo estaban Daniel Casioli y Atilio Costa Febre.
Siempre la luchó peleando por ese fútbol de ascenso del que, sin lugar a dudas, era el que más sabía. Tarde pero muy justamente le había llegado su mejor momento, trabajando el Fútbol Para Todos y acompañando a Beto Casella en la radio.
Osvaldo había nacido en Morón hace un poco más de cincuenta años. Su papá fue un gran entrenador de Básquet. A Osvaldo era muy común encontrártelo en cualquier cancha del ascenso, sobre todo las de la zona oeste. Era sanguíneo, vehemente y polémico. Defensor a ultranza del fútbol bien jugado y fanático de las reuniones con amigos, asado y cartas. Hace varios años había perdido a su padre y esto le había dado un duro golpe del que jamás se recuperaría.
Su carácter fuerte le había cerrado puertas que luego se le abrían nuevamente cuando todos conocían que detrás de ese "calentón" había otro tipo. Tipo con códigos, generoso y muy humilde a la hora del laburo. Muchos que empezaron con él llegaron muy alto. Dueño de una memoria prodigiosa y apasionado por lo que hacía siempre, estaba al tanto de todo.
Hace muchos años, a mediados de los '80, mi primo Daniel Alvarez me lo presentó. Yo estudiaba periodismo y él había sido compañero de Osvaldo en el colegio Rivadavia de Castelar. Ahí lo conocí en los albores de las radios de baja potencia. Fue quien me dio mi primer grabador para ir a hacer notas para un programa que teníamos de lunes a viernes al mediodía en una radio de cable casi sin oyentes en el altillo del restaurante Los Broncos de la avenida Zeballos. De ahí en más, luego de ese puntapié inicial, personalmente comencé con esta historia.
Osvaldo no es mejor ni peor porque ya no está. Osvaldo era ese tipo que había que conocerlo para descubrirlo. Osvaldo era hincha del Gallo. Quizás lo tenía oculto detrás de ese caparazón que lo vestía de tipo duro, pero era de los nuestros. Osvaldo... nunca te vamos a olvidar.
Ezequiel Echeverría
Una noticia horrible, aprendi a quererlo cuando escuchaba "El Ascenso por 3" esperando alguna noticia del gallo que nunca faltaba. QEPD por aca no te vamos a olvidar facilmente, mi pesame para la familia y mucha templanza para su mamá
ResponderEliminarUn "tipazo", compañero de secundaria en el Rivadavia de Castelar, hincha del Gallo, no tengo palabras, que descanses en paz.
ResponderEliminarNicolás A. Janiga
Siempre que se va uno de los nuestros, el cielo llora. Un fuerte abrazo a toda la familia del querido Osvaldo.
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