lunes, 6 de febrero de 2017

Pónganse de acuerdo

Parece que la historia se repite sin importar los protagonistas. Deportivo Morón es una gran obra de teatro con un libreto único en donde cambian los actores pero los problemas son los mismos. La anunciada salida de Alejandro Méndez (según el propio "Cabezón" sin broncas ni rencores) se debió a estar cansado de no encontrar por parte de los directivos una organización por lo menos que se asemeje a la que él mismo desde la conducción de las inferiores llevaba a cabo. Pero si bien lo de Méndez era esperable y sabido, lo más bochornoso fueron las reuniones de algunos dirigentes y allegados a inferiores "ungiendo" a Sergio Lara como continuador del proyecto mientras que el Presidente Alberto Meyer designaba por otro lado a "Chiche" Migliardi como sucesor.
Este desencuentro, por llamarlo de alguna manera, pone a la conducción de las divisiones menores en una posible sangría que continúe con el "Chino" Lara (que el viernes en el programa nos confirmó su salida) y algunos más.
Inclusive Claudio Capurro (presidente de la sub comisión) había anunciado su alejamiento por otros motivos y en su reemplazo iba a estar Aníbal Labozzeta quien ya venía colaborando bien de cerca con el fútbol menor.
De todas formas no habría que descartar que en las próximas horas y reuniones mediantes, la cosa tienda a encaminarse.
Finalmente, y por propias palabras de muchos que merodean el club, Alberto Meyer vuelve a ser el típico Presidente del Club Deportivo Morón por donde pasa absolutamente todo, quizás por alguna incapacidad a la hora de designar o quizás por incapacidad de los que pueden ser designados...
Y cuando esto sucede, el Club navega sus destinos de la mano de la voluntad de uno y no del acuerdo de muchos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todos los comentarios son bienvenidos. Pero para referirte a personas que tienen nombre y apellido, tené a bien poner tu propio nombre y apellido junto a tu dirección de mail al final de tu mensaje. Este no es el foro para acusar o hablar despectivamente de nadie, sin firmar.